jueves, 9 de febrero de 2012

EL PODER DE LA PALABRA


 Capítulo 1:
               
             (...)¡Qué día tan sin consuelo había sido, tan vergonzante, tan siniestro, desde la mañana hasta la noche, desde el cementerio a la escena en casa del profesor!¿Para qué? ¿ Había alguna razón para seguir echando sobre sí más días como éste? ¡No! Y por eso había que poner fin esta noche a la comedia. ¡ Vete a casa, Harry, y córtate el cuello! Bastante tiempo has esperado ya.
            De un lado para otro corrí por las calles, en miserable estado. Naturalmente, había sido necio por mi parte manchar a la buena gente el adorno de su salón, era necio y grosero, pero yo no podía y no pude de ninguna manera otra cosa, ya no podía soportar esta vida dócil, de fingimiento y corrección. Y ya que por lo visto tampoco podía aguantar la soledad, ya que la compañía de mí mismo se me había vuelto tan indeciblemente odiada y me producía tal asco, ya que en el vacío de mi infierno me ahogaba dando vueltas, ¿Qué salida podía haber todavía?. No había ninguna.¡Oh, padre y madre mios! ¡Oh, fuego sagrado lejano de mi juventud, oh vosotros, miles de alegrías, de trabajos y de afanes de mi vida! Nada de todo ello me quedaba, ni siquiera arrapentimiento, sólo asco y dolor. Nunca como en esta hora me parece que me había hecho tanto daño el mero echo de tener que vivir.

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