
Sólo una meta se perfilaba ante Siddhartha: quedarse vacío, despojarse de su sed, de sus deseos, de sus sueños, de sus penas y alegrías. Deseaba morir para sí mismo, no ser más él, hallar paz y tranquilidad en su corazón vacío, permanecer abierto al milagro despersonalizando el pensamiento. Cuando venciera y aniquilara a su Yo,cuando todos los impulsos y pasiones enmudecieran en su corazón, tendría que despertar lo último, lo más íntimo del Ser, lo que ya no es el Yo,sino el gran Misterio
( "Hermann Hesse" Siddhartha )
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